lunes, 2 de julio de 2007

Cuestión de Género: Realidad o Utopía.


Por Daniela Vargas Castillo.
E.G.B.

Partiendo de la base de que todo ser humano es igual en condición y por tanto merece el mismo trato y tiene los mismos derechos es que debemos tener en consideración un punto fundamental y que desde mucho tiempo está en cuestión, este es el tema de género.

En efecto, el crecimiento del Estado, la presencia del poder público en la esfera económica, el intervencionismo, la regulación, el asistencialismo, el aumento de impuestos y el crecimiento del gasto público, el que tengamos más mujeres que antes en los cargos públicos, etc. ¿son progresistas o reaccionarios? A la vista de las corrientes dominantes en la opinión pública y de la dirección que toman los acontecimientos no parece dudosa la respuesta. Todo lo que se mueva de manera principista y radical en esos sentidos, por más que en forma más o menos matizada y encubierta sea patrocinado por los movimientos de izquierdas, no es apreciado mayoritariamente por los ciudadanos como progresista sino como retardador, entrabador y contrario al signo de los tiempos que corren, aquí nace nuestra primera línea de acción.

Hace ya bastante tiempo que el progresismo incorporó a su léxico habitual el vocablo "sociedad civil". Y desde hace también mucho tiempo que incorporó la palabra “género”, y con recurrencia, que desde esas culturas políticas se lanzan reclamos acerca de la necesidad y conveniencia de una mayor valoración política de la sociedad civil y sus derechos.

Aún así cuando nos encontramos con esta palabra inmediatamente y casi por inercia pensamos en las mujeres, ni siquiera en las minorías sexuales o los grupos extremistas, y si lo hacemos en este sentido nos imaginamos a un grupo de feministas protestando siempre contra la sociedad y el sistema porque no les dan la importancia que merecen. Sin embargo, lo que la realidad muestra no es muy alentador, casi por el contrario, es en este momento cuando nos asaltan los prejuicios y por ende los estereotipos y es a partir de ellos que deducimos el general y obviamos las particularidades. Por el contrario lo observable en este plano es que: - en poco mejoran los indicadores de desarrollo e incorporación de la mujer.- desde el punto de vista intelectual y político, la propia conceptualización del término es vaga, confusa, excesivamente ambigua; y en el estricto ámbito político, no hay propuestas que puedan considerarse inmersas en un "programa" de real asistencia en este tema. En otras palabras y pese a los discursos, lo cierto es que el progresismo no ha asimilado suficientemente "la dimensión cultural de la política", dimensión que, precisamente, atañe a la relación y al papel de la mujer respecto de la sociedad civil y la política.
Para nadie es un misterio que las mujeres han sido obviadas en los ámbitos de opinión, toma de decisiones, constitución, etc. Innegablemente es necesario que las políticas públicas se enfoquen en este tema, junto con esto ¡es intolerable que aún estemos bajo la representatividad!, pero ¿Qué constituye concretamente en política? La mujer más allá de ser la mitad de la población y tener las mismas capacidades intelectuales que cualquier otro ser humano, constituye el 37% de la participación laboral en Chile y de ese porcentaje muchas veces es la misma quien es el único sostén de la familia, por tanto, ¿No sería más progresista destinar partidas de dinero público a las mujeres que se han quedado embarazadas y no pueden acometer los gastos de crianza de su vástago?, ¿No sería más progresista destinar recursos a la capacitación de las mujeres en vez de sólo darles dinero para acallar de alguna forma sus necesidades y las de su familia pero a corto plazo?, ¿No sería más progresista imponer el derecho por sobre la costumbre y atreverse a abrir las cúpulas no sólo por el hecho de ser mujer la que entre en ella, sino porque es tan merecedora del mismo que cualquier otro ser humano?... Más allá de las palabras las acciones están, pero los resultados son los que hay que mejorar.

Sin embargo, hoy podemos honrarnos de tener a tan fiel defensora de este tema y en el puesto de poder (dirigencia) más alto del país, de la mano vemos el empoderamiento que existe en las mujeres no sólo de nuestro territorio sino que de A.Latina y el resto del mundo en cuanto a llegar al poder y hacer visible su liderazgo de manera útil y transversal, niñas de 5 años saben que tienen a una presidentA y que sus madres tienen puestos de importancia, indígenas sienten que sus demandas están siendo escuchadas, analfabetas se sienten más cerca de la sociedad letrada no porque hayan aprendido a leer ni escribir, sino porque saben que tienen los mismos derechos y les corresponde el mismo trato, etc. Cada mujer de esta república debe saber que será valorada más temprano que tarde, y que su sexo NO la invalidará nunca más ante nada ni nadie.




· Norbert Lechner.
· María de los Ángeles Fernández, P.P Los accidentes de un liderazgo político femenino: El caso de Michelle Bachelet, conferencia Chile 21.
· Elizabetf Gerber, conferencia Chile 21.
· “Cuotas de género:Democracia y representación”.
· “Women social movements”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm.. y ¿cómo es la cosa?.. ¿son efectivas las políticas públicas de género o no?.. ¿como mujer, hay que sentarse a esperar que los fuerzas progénero actuén por si mismas o no?..¿son realmente unas locas las feminsitas?,
Hay que darle un nuevo enfoque a la cuestión de género o no?..

Me parecen difusas las ideas, de todos modos se valora la preocupación, aunque se cuestiona igualmente la complacencia con la situación de las mujeres, pues las cifras si bien muestran un importante mejoramiento en materia de mejorar las capacidades y habilidades de las mujeres para ingresar y defenderse en lo público, aún son pobres en materia de transformación cultural.. La cual -a mi parecer- es la más necesaria a la hora de promover la justicia de género..

Y por otro lado, yo creo en la necesidad de que la teoría sea siempre perfectible -abajo el modelo y el concepto único!- y más aún en tiempos posmodernos, el problema entonces, está en la aplicación de ésta y en las voluntades políticas para atender a todas sus aristas..

Anónimo dijo...

Me parece muy errada la opiniòn anterior!! en qué mundo vives esteli ?? creo que lo que comenta esta carta es una de las pocas cosas que nos representan ala mayorìa de las mujeres que no estamos en politica ni pensamos estarlo, a mi me llega profundamente y es mas siento que acoge de manera super generosa las demandas de nosotras las mujeres seamos feminist as,machistas o normales...
daniela, felicitaciones, gracias por escribir para los que no somos polìticops y que supongo que tambien importamos.