sábado, 28 de julio de 2007

La oportunidad de Chile frente al Calentamiento Global




Sin duda alguna el último año y medio, en nuestra opinión pública, la discusión medio ambiental se ha posicionado como nunca antes. Durante la década del noventa nuestro país comenzó a abordar la temática, con la dictación de la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente y consecuente creación de la Comisión Nacional del Medio Ambiente, tiempo en el cual se desarrollaron un sin numero de charlas, seminarios y campañas que revelaban la importancia de tomar conciencia respecto a la relación e inserción que tenemos con el ecosistema. Actualmente los efectos visuales de los medios de comunicación, producto de los lamentables daños en los humedales del río cruces, mataquito y otros han sensibilizado inmensamente a la ciudadanía, superando los efectos que podría haber generado cualquier campaña o seminario, al respecto. Junto con ello, la gira mundial de Al Gore que arribó a nuestro país precisamente este año y el documental “Una Verdad Inconveniente” que él mismo dirigió, han posicionado la problemática del calentamiento global a nivel internacional. En síntesis, hoy el tema medioambiental y particularmente el efecto que produce el Co2 en la atmósfera, se ha logrado posicionar en la agenda política nacional e internacional.

En este escenario, nuestro ex presidente Don Ricardo Lagos fue nombrado enviado especial para el cambio climático, de la Organización de Naciones Unidas, junto a la ex Primera Ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland y el ex ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur Han Seung-soo. El cuestionamiento lógico que surge de ello, es cuál es el real aporte que puede realizar un país pequeño como Chile a la disminución de la emisión de gases de efectos invernadero, teniendo en consideración que la región sudamericana aporta tan solo un 7% de la emisión mundial, y un rango muy inferior a ello corresponde a nuestro país. Por tanto, según algunos, dicha designación denota la falta importancia que posee la organización para abordar el calentamiento global. Así también, no parece lógico por tanto, afectar la producción e inversión en nuestro territorio aplicando políticas que van dirigidas a la protección medioambiental, teniendo como excusa el calentamiento global, más bien según esto, hubiese correspondido designar algún miembro de los Estados Unidos de Norte América, país que emite un 24%.

Sin duda alguna, nuestro ex presidente no fue designado por ser representante de un gran país productor de gases invernadero, sino que por su capacidad de liderazgo indiscutida, posicionamiento internacional y ámbitos de influencia. Pero frente a esto, cabría preguntarse cuál es el rol que debe cumplir nuestro país, así como también cuales son las utilidades que esto puede generar, ya que lo lógico será pensar que nuestro país cuyo aporte es escaso en la materia se vería perjudicado por las políticas que inhibirían la inversión y crecimiento.

Lo primero frente a este cuestionamiento es señalar que más allá del goce que nos puede generar tan noble nombramiento, podemos sacar un enorme beneficio de posicionamiento mundial al situar a nuestro país en la vanguardia de la protección al medio ambiente junto a los países desarrollados, modificando nuestra producción hacia una plataforma de inversiones y desarrollo tecnológico, así como también promover un país de turismo alternativo y posicionarnos en otros ámbitos de influencia a nivel internacional, tal como lo realizamos en materia de tratados de libre comercio. Junto con lo anterior, por cierto que debemos tener en consideración que, si bien nuestro país no es un factor relevante en la emisión de contaminantes, esto puede servir de aliciente para la protección del medio ambiente, pues sin duda, a modo de ejemplo los ciudadanos de Temuco, Talcahuano o Santiago sufren a diario los efectos de la contaminación ambiental.
Hoy la contaminación ambiental esta en boga, y junto con presentársenos como una oportunidad de posicionamiento internacional y económico, la salud y calidad de vida de los chilenos de hoy y mañana requieren de un trabajo aun más intenso en la materia.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes de procuparnos de cualquier posicionamiento internacional, debemos como sociedad preocuparnos de nuestros problemas medioambientales internos, y exigir a las autoridades de gobierno que ejerzan las acciones que como gobierno les corresponden. Más allá del rol que el ex presidente Ricardo Lagos pudiera ejercer en la ONU, nuestra política medioambiental presenta un gran desafío y por mucho liderazgo que posea el ex presidente no será un referente creíble si en nuestro país se continuan produciendo daños medioambientales de vergonzosa envergadura, y peor aún se autorizan proyectos de inversión que más que beneficios económicos y sociales, traen deterioros medioambientales irreparables con graves consecuencias para la salud de la población y de la biodiversidad. Hagamos cargo de nuestro comportamiento como agentes contaminantes para despues exigir a las autoridades políticas y sector privado que implementen medidas que detengan el deterioro medioambiental y la extracción indiscriminada de recursos naturales. Recién ahí el ex presidente podrá ser un referente creíble.

Maria Elena