domingo, 29 de julio de 2007

Superioridad de Género? Un lamentable fenómeno, desde una óptica distinta.


El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres.
Simone de Beauvoir



La entrada al Siglo XXI claramente ha traído consigo un notorio avance en todo aspecto de la vida; sin duda alguna que con el avance del tiempo se han superado diversas barreras, ya sean culturales, tecnológicas, etc. No obstante, no es novedad que aún continuen imperando prácticas inquisitivas respecto al tratamiento por sexo en nuestra sociedad. Y, tal como plantean Alda Facio y Rosalía Camacho “el sexismo no es solamente una cuestión de índole cultural, sino que es un sistema con estructuras de poder bien concretas y establecidas”[1] . En la realidad en que estamos inmersos, la discriminación por el hecho de ser mujer es una constante presente día a día.
Para ahondar un poco más sobre esta dramática situación, voy a analizar un ejemplo bastante plausible y reflejador de esto: los medios de comunicación, debido a que, no importando sus diferencias ideológicas, y más allá de los diversos tipos existentes ( que varían demasiado tanto en cantidad como en calidad), siempre es posible presenciar lo mismo: una discriminación por género, lo que a su vez, ha contribuido enormemente a una legitimación de diversas conductas violentas.

Continuando en la misma senda, los mismos métodos utilizados para publicitar a los medios de comunicación escrita, siempre son similares, en el aspecto de que se muestra a hombres leyendo el diario ( es decir, instruyéndose), mientras que si se muestra a alguna mujer, sólo se hace en función de que lee las típicas revistas “ para mujeres”, dejando de lado que un porcentaje no despreciable de mujeres sí lee el diario propiamente tal – eso si, no debemos olvidar que las mujeres tienen mayores tareas, lo que trae consigo menos tiempo para llevar a cabo otras actividades con un carácter, por decirlo de algún modo, más cultural. Pero esto no implica que se
nos deba considerar como inferiores-.
Tal vez, una explicación podría ser de que los altos cargos de los cuerpos editoriales son ocupados por hombres.
Los hombres escriben textos para su propio bienestar, trayendo consigo la mayoría de las veces, un olvido de las verdaderas necesidades que también tienen las mujeres [2].
Siguiendo a Catherine A. MacKinnon, los hombres han sexualizado las jerarquías, donde el género es una de ellas. Por ejemplo, la portada del diario “La Cuarta”, consta de una mujer semi desnuda; esto sin duda, demuestra que el genéro y la sexualidad se convierten en funciones recíprocas. Es decir, se busca una excitación, satisfacción sexual masculina en los medios más masivos. Se impone a la mujer, como un objeto, un mero medio para la obtención de placer.
Lamentablemente, la mayoría de las veces, las mujeres tendemos a aprobar ciertas conductas. En este punto, considero que son acertadas las palabras pronunciadas por Monique Wittig[3], quien plantea que las mujeres asimilan una naturaleza, que es producto de una manipulación, una opresión, perpretada lógicamente, por los hombres : las mujeres tendrán que abstraerse de la definición 'mujer' que les es impuesta. O como plantea Simone de Beauvoir, la mujer no nace, se hace.
Una superioridad masculina, frente a la “habitual” sumisión femenina, la cual, incluso, se nos inculca desde nuestros propios hogares. Muchas personas expresan que el único medio para salir de este circulo vicioso es la educación. Pero citando las acertadas palabras de Alda Facio y Rosalía Camacho, “el fenómeno no sólo pasa por la educación , sino también debe llevar otros elementos, como el derecho”[4]. Estimo que esto es bastante correcto, ya que con mayores leyes, se trae a la vez, un mayor respeto en la sociedad.

Ahora bien, esta discriminación que se hace por género abarca casi todos los aspectos del quehacer nacional: Política, economía, espectáculos, cultura, etc.
Para esto, concidero relevante mencionar lo que se puede apreciar, por ejemplo, el cuerpo de “ Economía y Negocios” del diario El mercurio, en el cual refleja una distinción por género. Digo esto, debido a que, siempre se muestra sólo al hombre como el capaz, o bien, se usa una terminología masculina para ofrecer, ya sea, desde exitosas ofertas laborales hasta simples cursos de capacitación, en un mundo donde pareciera que la economía es algo reservado para el género masculino.
De hecho, los anuncios que presenta llamando a convocatorias sobre diplomados,etc; genralmente van dirigido a los potenciales alumnos que serían hombres, pero más allá de eso, las personas que imparten los cursos, son casi todos son hombres. ¿Será mera casualidad?, muchas y muchos tienden a justificarlo con que a la mujer, sólo se les asocia con áreas más referidas a la inteligencia emocional...
Frecuentemente es posible ver discriminaciones desde otras perspectivas: las noticias o reportajes referentes a éxitos profesionales, o que resaltan las capacidades productivas y académicas se relacionan con los hombres, usando términos meramente masculinos, y en donde la mujer tiene un papel aislado, mínimo, remoto o bien asociado a aspectos mas emocionales o sentimentales.
Pues bien, ¿Qué tanto hay de cierto en esto? ¿Quién avala que esto sea realmente efectivo?.

Hace unos años (2005, si mal no recuerdo) se presentó a la luz pública un estudio sobre mayor inteligencia masculina. Un estudio británico que estableció que en promedio los hombres tienen cinco puntos más de coeficiente intelectual que las mujeres. Esto por supuesto que ha suscitó un gran debate sobre la supuesta superioridad del género masculino.
Independiente de la seriedad del estudio, o de la reputación de quienes lo hayan llevado a cabo, considero que estudios como estos en nada contribuyen a un consecuente trato igualitario de género, y por ende colaboran en la función de mantener una desmejorada posición intelectual de la mujer.
En contraste, hay estudios que avalan el desempeño de las mujeres en el ámbito laboral y académico. Por ejemplo en un estudio realizado por el Centro de estudios de la mujer en Chile[5], se resalta la responsabilidad de la mujer, su eficiencia y otros criterios favorables. Además, también hay estudios que demuestran que la mujer tiene coeficientes intelectuales altos, por lo que no tendría sentido hablar de una mayor inteligencia o superioridad de uno u otro género. Cabe señalar, que creo que la difusión de estudios que demuestran la mayor inteligencia masculina, obedece a criterios políticos, cuya única finalidad es mostrar una realidad parcelada, y también mantener estructuras de subordinación, donde los hombres ejercen la hegemonía de la relación, en este caso especifico de las relaciones laborales. Si fuese a la inversa, si fuesen las mujeres las dominantes en el ámbito laboral, los hombres habrán perdido su posición "dominante", cosa que los llevaría a tratar de legitimar su orden. En este sentido, como afirma Monique Wittig, “las mujeres tenemos que asumir una naturaleza implantada”, y pareciera ser que esto constituyera un orden natural, y por ende inmodificable. No obstante, siguen predominado criterios como el de que las mujeres son más “caras”, incapaces, por lo que, se sigue prefiriendo contar con hombres, pero estos criterios no se relacionan con justificaciones que a todas luces son mas absurdas, como lo es decir que las mujeres son menos inteligentes que los hombres.

Hace falta un mayor trabajo de parte de todos los componentes de nuestra sociedad. Este trabajo debe ir enfocado en un aspecto global: debe incluir tanto una legislación más adecuada, tipificando mas conductas y enumerándolas, (debo destacar, eso sí, la tipificación del delito de femicidio) así como también que haya una real operatividad del sistema, como un compromiso propiamente tal de la ciudadanía, en informarse y permitir que no se lleve a cabo una diferenciación tan pronunciada. Por ejemplo, la ley de acoso sexual imperante en nuestro país,
también fue un avance, pero que no deberla remitirse solamente al abuso cometido en el ámbito laboral, sino a otras áreas, como por ejemplo académico, entre otros.

Rosario Valenzuela.



[1] FACIO, ALDA y CAMACHO, ROSALÍA. Cuando el genero suena cambios trae: Metodología para el análisis del fenómeno legal. Página 78.
[2] Mac Kinnon, Catherine. Toward A Feminist Theory of the State. Chapter “ Sexuality”. Harvard University Press, USA. 1987. PP.127-154.
[3] Wittig, Monique. Nadie nace mujer.
[4] FACIO, ALDA y CAMACHO, ROSALÍA. Op. Cit. pp. 78
[5] TODARO, ROSALBA ; ABRAMO ,LAÍS Y GODOY, LORENA. Desempeño laboral de hombres y mujeres: opinan los empresarios. Centro de Estudios de la Mujer (CEM).




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