sábado, 30 de junio de 2007

Claves en políticas públicas, el caso chileno

No es el más fuerte de la especie el que sobrevive,
ni el más inteligente, sino el más adaptable al cambio.
Charles Darwin


Si bien las políticas públicas son el conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado, los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios. [Manuel Tamayo, 1997]. Por lo que se pueden entender como un proceso, para el que distintos autores han definido distintos métodos para su desarrollo. Autores como Bardach, Tamayo, entre otros, coinciden en que este proceso cuenta con etapas como la identificación del problema, formulación de alternativas, adopción, implementación y evaluación de la política pública.

Sin embargo, muchas veces se olvida que tan importante como el proceso para generar las políticas públicas, son las características con las que esta debe contar para maximizar el beneficio producido. Para ser considerada una buena política pública, estas deben ser Estables en el tiempo, lo que hace referencia a la continuidad de los procesos. Adaptables con respecto a distintos cambios que afecten el ambiente en el que se desarrollan, capaces de responder a cambios. Coordinadas y coherentes, con los distintos actores y políticas relacionadas con las que va a interactuar la política pública. Calidad de la implementación y de la efectiva aplicación, como manera de evaluar su evolución. Orientación al interés público, como afectan nuestras políticas públicas al bienestar general. Y por último, Eficientes, capaces de utilizar los recursos escasos logrando alto rendimiento en el cumplimiento de los objetivos.

En el caso chileno, se encuentran distintas políticas públicas en las que claramente algunas de estas características no se cumplen como deberían, llevando a resultados no deseados y que atentan en contra de su propio fin último, el bienestar general. Políticas públicas inestables, como los constantes cambios en Chiledeportes que no le dan continuidad a las medidas necesarias para reformar la institución; poco adaptables, como los planes de nutrición infantil, que una vez que lograron su objetivo, so se supo adaptar, pasando a niveles de obesidad infantil muy elevados. Poco coordinadas y coherentes, como la ley penal juvenil, que enfrenta conflictos con las distintas instituciones partícipes en su implementación; con mala calidad en la implementación y la efectiva aplicación, no hay que entrar en mucho detalle con respecto al Transantiago para definir este problema; mal orientadas al interés publico, como los pobladores de Peñalolén, que querían una mejor situación habitacional, pero en Peñalolén, y la solución ofrecida no les entregaban las mismas condiciones de las que disfrutaban en Peñalolén, no fuera; y políticas públicas poco eficientes en la distribución de los recursos, como ocurriera con los fondos del royalty minero, entregados a distintas instituciones con fines muy alejados del plan original, nuevas tecnologías.

Es la falta de atención en estas características, durante el proceso de elaboración de las políticas públicas, las que nos llevan a situaciones en las que estas últimas no son capaces de cumplir con su fin último. Lo que da espacio a criticas que podrían ser evitadas perfectamente si los generadores de políticas publicas fueran capaces de ver la importancia de estos factores claves, durante el proceso de elaboración de las políticas publicas y no cuando estas ya han sido implementadas.

Francisco Garay Sepúlveda
Ingeniero Comercial
Master en Economía y Políticas Públicas (c)
Universidad Adolfo Ibáñez

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