domingo, 10 de junio de 2007

Perspectivas de la inversión social en Chile: Educación, logros y deudas pendientes.



Durante el año pasado el Gobierno de Chile tuvo que enfrentarse, al poco andar, uno de los estallidos revolucionarios más inteligentes y proactivos (en su gestación y desarrollo de la promoción de la Educación) de esta última década: un giro a la calidad, cobertura y garantizacion de la educación a través de la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza.

Como producto de ello, claramente se pudo vislumbrar en el discurso del 21 de mayo pasado por parte de la Presidenta de la República un claro gesto de preocupación por el tema de la Educación lo que llevó a decidir, dentro de los aspectos macroeconómicos, que se flexibilizara la tasa de ahorro estructural en medio punto (en base al punto porcentual existente de ahorro en caso de emergencias), lo que otorga íntegramente al presupuesto del Estado en materia de Educación 650 millones de dólares[1] , lo que representa un avance significativo en cuanto a el papel que debe poseer el Estado como inversionista de largo plazo en el desarrollo de las personas y las organizaciones, a la vez que otorga claramente un mayor espacio de dignidad a la ciudadanía. El punto anterior mencionado lo podemos visualizar a través de tres grandes esferas (ver gráfica) en dónde la Educación representa un eje central dentro de las políticas públicas para cualquier Estado, porque sus consecuencias son tangibles en todas las esferas de la sociedad en un país.

Es en base a la Educación, sin duda, donde el tan mencionado en el último tiempo “empoderamiento ciudadano” se encarga de la exigibilidad de derechos sociales, tanto en el sector público como privado y es éste el que promueve efectivamente el progreso, a la vez que facilita la interrelación entre el individuo y las organizaciones.

De esta manera, volviendo a lo que tangencialmente se puede vislumbrar en la agenda pública, el tema de la Educación dentro del programa de Michelle Bachelet no contemplaba de manera fehaciente la educación en todos sus ámbitos, ni mucho menos, un aspecto de este tema tan grande que es el de la capacitación técnica de los trabajadores por área de desarrollo en las regiones, tema que hoy en día al parecer ni siquiera aparece en ninguna palestra pública. Sólo el gran eje, dentro del programa presidencial, era la ampliación de la cobertura de jardines infantiles y la procuración de generar una educación establecida desde la infancia.

El gran desafío, entonces, es poder generar una visión de la Educación como promotor importante de desarrollo en todos los ámbitos, preservar su resultado protegiendo al estudiante como futuro ejecutor de un progreso para el país en el caso de quienes se van a hacer estudios de pos-grado, preocuparse por el desarrollo armónico y equitativo del acceso a la educación superior, promover la ecuación desde la infancia,etc. Sólo de esta manera lograremos generar un capital humano que nos potencie positivamente como una ciudadanía desarrollada en todos los ámbitos, y es por esta misma razón, que no podemos como progresistas verlo solo como un gasto de corto y mediano plazo, como a veces sucede que se observa.

[1] “El Segundo Mensaje presidencial”, Marcelo Contreras, Revista Foro Chile 21, mayo 2007
Paulo Torreblanca, Militante Socialista, Estudiante de Adm. Pública de la Universidad de Santiago.


No hay comentarios: