La democracia en chile: ¿es efectiva?

Si revisamos en profundidad la historia democrática en chile nos remontamos básicamente al período de la transición a la democracia a fines de los 80s, la sucesión de gobierno de la concertación desde Aylwin hasta Bachelet y los cambios que se han generado desde los tiempos de dictadura hasta el día de hoy. Ahora bien, la transición, los movimientos políticos e ideologías que se han expresado hasta este minuto ¿han garantizado una efectiva democracia?. Realmente y según lo sucedido no se ha llevado a cabo una plena democracia en Chile después de 17 años de gobierno concertacionista por que han existido herencias políticas, económicas, sociales e ideológicas del gobierno militar que nos han entorpecido dicha misión.
Primero que todo, al revisar los 8 puntos que plantea Robert Dahl en su texto “La poliarquía” señala que dentro de un gran número de habitantes se debe garantizar ciertas libertades para cumplir con una plena democracia, sin embargo podemos afirmar que de manera drástica si se cumplen, pero estas están sesgadas por ciertas leyes o sistemas económicos que quedaron del legado militar. Al formular las preferencias y poder canalizarlas a través de grupos de presión o partidos políticos hacia las instituciones queda claro que la libertad de expresión no es garantizada para un gran número de habitantes si es que no pertenece a una de las dos grandes coaliciones existentes, como por ejemplo el Partido comunista o el Partido humanista, puesto que el actual sistema binominal si bien brinda una competencia entre partidos, no permite que todos los partidos o distintas ideologías puedan ser representadas en el congreso, sesgando a la vez la libertad de voto quedando solo en los cargos de poder los representantes de ciertas demandas, con ello conduciendo el debate público a estos dos grandes bloques.
El factor económico es otro gran punto que no permite una buena inclusión social y dar garantías a nuestros ciudadanos, la distribución del ingreso y el factor pobreza ha sido temas que han costado modificar y que durante el gobierno militar fueron temas que dañaron al colectivo. “El nivel de ingreso está relacionado muy positivamente con los años de escolaridad” (Ffrench-Davis, 2003:327), si bien y como todos tenemos presentes que la educación cuenta con serias falencias haciéndolas notar “los pingüinos” a principios del 2006, estas deben reformarse de manera radical para que todos los chilenos cuenten con una buena formación educacional y con ello garantizar un efectivo capital humano para que las futuras generaciones puedan elegir un trabajo digno y contar con ingresos que les permitan acceder a una buena salud y bienestar social.
Con todo lo anterior queda en manifiesto que debemos buscar eficiencia democrática para así poder garantizar una mayor inclusión social a la ya existente, velando y luchando por nuestras libertades, generando ideas y no adormecernos en lo que actualmente existe, es por ello que debemos poner en ejercicio nuestras ideologías en el ámbito publico para crear, reformar o simplemente generar nuevas propuestas para canalizar las constantes demandas sociales primando y corrigiendo las que actualmente existen como lo es la educación y la salud.

Referencias
Dahl, Robert. “La poliarquía”, Madrid, Editorial Tecnos. 1997
Ffrench-Davis, Ricardo. “Entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad”. Santiago, Lom ediciones. 2003


Francisca Aguilera T.