La Política: Algo más que un espacio de poder

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La Política: Algo más que un espacio de poder.

El comportamiento humano ha sido siempre objeto de estudios e innumerables teorías así como también lo ha sido la discusión sobre la esencia del bien y el mal que conviven en el ser.

Eso es lo que viene a discutir el texto que hemos estudiado que confrontando varias teorías ha buscado llegar a una respuesta a esa interrogante, pero sobre todo a conocer la implicancia en el quehacer político que tienen todas las teorías que se han escrito al respecto. A continuación voy a comentar algunos aspectos de esta lectura:

El mal coexiste con el bien en el interior del ser humano, desde la perspectiva de los actos impíos que cometen en general los hombres en pro de lograr sus propios objetivos. Esa es una verdad que no necesita mayores explicaciones y que parte de la idea del pesimismo antropológico. Sin embargo las virtudes de los hombres destacan y afloran en sus discursos por conseguir liderazgos, compartiendo en esta afirmación el pesimismo constructivo, que habla de la imperfección, egoísmo y peligro, que definen al hombre.

Debo consignar que con la teoría que más coincido es con la de la post metafísica de Heidegger en materia política. Debemos dejar de mirar al hombre desde afuera para hacerlo desde su existencia, desde su dignidad del ser. A los seres humanos nos determina nuestra historia, nuestra realidad social y los ideales que compartimos con algunos otros seres que nos unifican en un proyecto común y nos agrupan en pro de un mismo ideal, de los mismos valores. En este contexto afloran también los sentidos del bien y el mal, no como un ente por si solo, sino como un constructo inconsciente que forma parte de la esencia.

Comparto también los riesgos que enumera Insunza, sobre todo el que enuncia la reacción de la impotencia que permite identificar a aquellos que reivindican la superioridad ética de sus valores utópicos.

En eso quiero detenerme puesto que creo podemos presenciar este tipo de conductas muy a menudo en nuestra sociedad, en nuestro país y particularmente frente a la situación actual.

Esto es lo que básicamente vemos en algunas actividades de protesta a las que asistimos cuando se generan algunos conflictos sociales que, más allá de la legitimidad de las reivindicaciones que persiguen, profundizan la desesperanza y alimentan el resentimiento.

Muchos de los movimientos sociales que hemos visto en el último tiempo han partido buscando situaciones que favorezcan el bien común, sin embargo una vez que lo han conseguido o al menos se han producido ciertos cambios que ellos buscaban y a los que la mayoría de los chilenos suscribíamos, el movimiento ha mutado transformándose en un sistema de profundización del descontento que tiene como único fin deslegitimar nuestra democracia.

Dentro de todo lo que el texto refleja, es posible vislumbrar una serie de elementos políticos y de liderazgo, más allá de lo que se expresan en las discusiones filosóficas históricas, y que se refieren a la formación necesaria antes de encarar un desafío mayor, en términos personales o sociales.

Quienes estamos comenzando en la vida política podemos darnos cuenta a partir de lo expuesto que las luchas de intereses han marcado la historia y que seguirán sucediendo a futuro. Que la política no es solo un espacio de poder , sino que pertenece a la capacidad de pensar y de declarar futuros posibles, en pro no sólo, de intereses personales sino más bien, buscando el bien común de una sociedad, una comunidad. Que la política tiene una vocación de invención de un futuro más digno para las personas.

Finalmente de todo lo expuesto en el texto rescato la búsqueda de definiciones que nos ayuden a conocer la esencia del ser humano en cuanto a su accionar social, sin embargo creo que es un tema que no vamos a resolver con muchas teorías, sino más bien debemos aprender a convivir con ellas y seguir dándonos cuenta que el hombre es un ser demasiado complejo que finalmente actúa más de acuerdo a sus sentimientos que a sus razonamientos.

Por Alan Espinoza