sábado, 30 de junio de 2007

Feminismo: ¿otro “machismo” o constructor de nueva realidad?

Se ha dicho insistentemente en que Chile, dentro de su construcción social, ha dejado de lado a diferentes sectores de la sociedad que se han constituido y que no se sienten “representados” por el establisment actual de dirigentes políticos. Uno de esos sectores sociales es el que se rodea del término genérico de minorías. Estas minorías, que por su carácter actual de constitución de la democracia actual, se ven fuera del marco regulatorio y muchas veces institucional. Una de esas “minorías” son de hecho, las mujeres. Como católico, doy gracias al creador por el hermoso regalo que le brindó a la naturaleza, y por qué no decirlo, a los hombres, que, en su mayoría, apreciamos esa pasión, hermosura y grandeza que las hace mas grandes todavía. Esa es mi visión. Pero esta, puede parecer una visión paternalista, y más claro para otros, machista. Ciertamente no lo es. Son ellas las que nos dan la vida, las que generan cariño, aprecio hacia el otro y amor, el mas sano, el mas incondicional de todos. Ahora, después de esta loanza, intentare dejar en claro mi postura contra una forma de entender al otro. Y me refiero específicamente a los movimientos que se consideran feministas. Mi critica se dirige hacia la concepción del movimiento como tal, a la génesis de este y como se relaciona con el resto de la sociedad, esa visión de ellas mismas a existir como respuesta a la actitud cobarde y cerrada como lo es la “sociedad de hombres libres”. Esa visión, que, parodiando a un profesor de Historia Medieval en la Universidad, se daba a través de lo que el llamaba el espejo o la otredad. En corto, la reacción de la sociedad no respecto de si misma, sino que respecto de su reflejo y como equipararse sin marcar una diferencia coherente y a la vez diferenciadora. O como lo dicen compañeras, y nótese, compañeras, que la dificultad principal de entablar los temas de genero en nuestra sociedad esta dada por la confusión de los términos feminismo y hembrismo. Hembrismo entendiéndose como la semejanza que se debe lograr a su contraparte, entiéndase al machismo. Así, concuerdo con las compañeras antes señaladas por diferentes razones, pero la de mayor peso es que no se puede construir un estilo nuevo de relaciones sociales sin tener por ello que asimilar por completo la que se quiere destruir. Es inconcebible, y además incoherente que el feminismo se de cómo respuesta al machismo instalado en la sociedad actual. Como consejo, y sin desmerecer el esfuerzo que muchas compañeras han puesto en la causa del feminismo, que en si es legítimo como instaurador de una realidad que se ha querido esconder por algunas consideradas mayorías, es la de la diferenciación hacia ellas, entendiéndose como sujetos sociales y no como entes que carecen de aprehensión con la sociedad. Creo que esa seria una forma de entender y entenderse dentro de la sociedad en que vivimos. Sin embargo, las acciones deben ser constantes para acabar de esta forma con cualquier símbolo de irracionalidad.


José Antonio Rojas González. En Santiago de Chile, a 30 de junio de 2007.

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