sábado, 9 de junio de 2007

Reforma al mapa electoral




Diversas propuestas existen sobre la reforma al sistema electoral, en particular al Sistema Binominal. La mayoría de estas propuestas apuntan a mejorar la representación, es decir que la transformación de votos en escaños sea lo más proporcional posible. Pero existe un tema poco desarrollado en las propuestas que es la redistribución del mapa electoral.

Claro está el origen de nuestro Sistema Electoral es ilegitimo y malicioso en la conformación de distritos. La forma por la cual fueron estructurados los distritos en Chile, dependió de la votación obtenida por la opción “SI”. Es decir se reunían las comunas donde ganó el “SI” y donde con menor cantidad de electores conformaban un distrito. Casos emblemáticos como el distrito 23 de Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura, lugar donde la derecha saca alta votación histórica, al reunir estas tres comunas y no juntarlas con otras comunas colindantes, favorecen la elección en el peor de los casos un solo representante. Este fenómeno se llama Gerrymendering. Es decir la distribución del mapa electoral para favorecer alguna tendencia.

Otras dificultades que trae el tener la distribución electoral de Chile, es que tenemos distritos que territorialmente se encuentran aberrados, en su estructura. Como lo es el caso del distrito 32, Rancagua y el 33 Mostazal, Graneros, Codegua, Machalí, Requínoa, Rengo, Olivar, Doñihue, Coínco, Coltauco, Quinta Tilcoco y Malloa. Al revisar un mapa nos daremos cuenta que Rancagua quedaría en una especie de “isla”.

Además tenemos sobre representación de algunas comunas, ejemplo de esto es el peso del voto en un distrito o circunscripción. Ejemplo de esto es el distrito 23 donde votan 234.000 personas versus el distrito 59 donde solo lo hacen 59.000 votantes y en ambos distritos se eligen dos diputados. Lo mimo pasa entre la octava y decimoctava circunscripciones donde existe una diferencia de casi un millón y medio de votantes. Esta sobre representación del voto se llama Malapportionment.

¿Cuál debería ser el objetivo? Primero terminar con la ilegitimidad en la conformación distrital, en segundo lugar respetar las características geográficas manteniendo la proporcionalidad en la cantidad de votantes por distrito. El profesor Cristóbal Aninat identifica las razones que dificultarían una redistribución del mapa electoral. Primero la negativa por parte de nuestros parlamentarios, ya que se enfrentarían a nuevos votantes, además de la incertidumbre que provoca el enfrentarse a un nuevo escenario electoral. Plantea además, como muchas otras propuestas, la reforma sin redistritaje, compensándolo con sistemas paralelos es decir uniendo varios distritos o circunscripciones, o listas nacionales.

Desde mi forma de ver y plantearse una posible reforma al sistema electoral, considero fundamental la redistribución del mapa electoral o también llamado redistitaje electoral. Existen diversas propuestas para reformar el sistema electoral pero en su mayoría no plantean el redistritaje como eje principal. Terminar con el actual mapa electoral significa erradicar una más de los enclaves autoritarios que siguen rigiendo a nuestro país. Para terminar en definitiva con la transición a la democracia sólo lo lograremos con la erradicación total de las normativas implantadas durante la dictadura militar.






Bibliografía:

http://www.elecciones.gov.cl/
http://www.servel.cl/
Presentación Profesor Cristóbal Aninat, miércoles 6 de septiembre de 2006

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